Arte no es cultura.
La modernidad trata de hacer eterno lo que está de moda.
Pero cabe decir que la obra de arte, termina siendo un icono demasiado vulnerable por las instituciones, ¿ Por qué la Gioconda es más arte que otros cuadros?¿ Donde acaba la obra y empieza el mito?
Creo que un buen ejemplo sobre este hecho, es el Gernica de Picasso, tan importante como peliagudo fue su situación histórica. Umberto Eco nos habla mucho de esto en, La obra abierta.
Me encanta esa dualidad del arte, una obra cerrada siempre queda abierta en la historia.
Una obra única, queda expuesta a la serie de repeticiones. Debido a cuanto más única, más condenada a copias y repeticiones.
La objetividad acaba destrozando el objeto.
La espiritualidad de la obra termina en el carácter mundano de la obra.
La definición a la indeterminación de los conceptos representados en la creatividad del compuesto artístico, conformado por los aspectos anteriores.
Si hablamos del medio creativo y expresivo, nunca ha sido fácil materializar los conceptos con soportes, signo, sonidos y lenguas. Nosotros los artistas estamos jugando ha articular realidades existentes para formular otras, pero después de estar hablando ya casi un siglo sobre un orinal metido en un museo.
Cabe decir que esta crisis post moderna es causada por orinar fuera de ese orinal como tiesto.
Pero sin andarme por las ramas, estamos hablando del final de un proceso de esas dualidades de la obra, que termina cuando la obra se hace un icono de una masa que no comprende estos parámetros artísticos. Así que la obra termina siendo un estandarte propagandístico de entidades culturales, ayuntamientos, departamentos de cultura y concejalías de turismo.
Ni la dama de Elche ni la Gioconda nacieron en ese pretexto, pero acaban siendo la cara bonita de el ámbito de lucro de instituciones, pero bueno tampoco quiero proteger el romanticismo de estos objetos ante lo que hoy es la contemporaneidad. ¿ Dejará el tiempo también, el arte en el sitio que se merece?
El mayor arte es querer matar el arte.
